2ª parte: el legado de Guy Frequelin. Cómo el ex jefe de equipo de Citroën dirigía cada carrera.
Guy Frequelin hizo las cosas de forma diferente. El anterior jefe de equipo de Citroën era casi una marca registrada; era un auténtico deportista. No atendía a cuestiones comerciales, Frequelin se movía por la necesidad más simple de todas: detener el cronómetro antes que nadie.
Frequelin accedió al cargo en 1989 y lo dejó en 2007 tras haber logrado cuatro títulos del mundo consecutivos con Sebastien Loeb, dejándole a Olivier Quesnel el listón bastante alto. Consciente de los riesgos que suponía tratar de emular a su predecesor, Quesnel decidió hacer las cosas a su manera.
La naturaleza competitiva de Frequelin surgió de su participación en pruebas de automovilismo de alto nivel, tanto en circuitos como en rallyes. En 1977 disputó las 24 Horas de Le Mans con equipo compuesto por cuatro Renault, él pilotó un Renault Alpine A442B, compartiendo alineación con leyendas como Derek Bell, Jacques Laffite y Rene Arnoux. Ese año ninguno de los coches pudo finalizar por problemas de motor. Volvió a intentarlo en 1981, esta vez con un Peugeot P79/80, pero un incendio en el motor le obligó a abandonar tras 46 vueltas.
Afortunadamente para Frequelin, las cosas le fueron mejor en los rallyes. En 1981 fue segundo a poca distancia de Ari Vatanen en el Campeonato del Mundo de Rallyes. Su habilidad con vehículos como el Lotus Sunbeam o el Opel Manta 400 es bien conocida, pero cuando Frequelin decidió hacerse cargo del equipo fue cuando Citroën empezó a experimentar auténticos resultados.
Nada más darle la mano a Frequelin se entendía el por qué de su apodo ?Grizzly?. No tenía dudas. Quería que Citroën ganara y una vez cerrado el acuerdo con el Xsara T4 daría lo mejor de sí. El coche no paró de hacer test en el circuito de Satory, cerca de Versailles. De hecho, sólo dejaba de correr allí para rodar por pistas más técnicas en el sur de Francia o por las subidas y bajadas del centro de Grecia.
Gracias a la política de hacer kilómetros y de determinación implantada por Frequelin el Xsara WRC alcanzó el nivel de un coche ganador. Y una vez empezó a sumar victorias, ya no paró, cuanto más ganaba el equipo de Frequelin más ganador se veía.
A parte de dirigir el desarrollo técnico del Xsara, el pedigrí de deportista de Frequelin le convirtió en un buen cazatalentos. Fue Frequelin quien descubrió por primera vez en 1998 al joven Sebastien Loeb, que competía entonces en el Trofeo Citroën Saxo francés.
Frequelin se convirtió en el mentor de Loeb y con el apoyo de Citroën le guió en el nacional francés y en la categoría Júnior Súper 1600 del WRC, la cual ganó en 2001.
Tras este primer éxito logrado con la ayuda de Citroën y Frequelin, Loeb firmó con ellos un contrato de dos años en 2001.
Pero Frequelin no sólo se dedicaba a encontrar nuevos talentos. Fue el piloto que había en él el que le llevó a ofrecer a Colin McRae y a Carlos Sainz un par de asientos en el Xsara en 2003. Cuando Loeb se subió a lo más alto del podio para Citroën en el Rallye Monte Carlo, Frequelin apenas podía ocultar su satisfacción, así que no lo hizo. Estaba en su ambiente: un piloto de rallyes de talla mundial que seguía respirando el aire de las carreras de la mano de sus compañeros.
Los pilotos lo eran todo para Frequelin. ¿Recordáis Chipre en 2005? Francois Duval se distanció de las indicaciones de Guy y se encontró disputando dos rallyes. No era alguien que rehuyera el abordar una situación cara a cara, Frequelin.
Una lista la infraestructura, Frequelin se dedicaba a dirigir el trabajo del equipo a su manera. No era de los que se quedan sentados en el parque de asistencia siguiendo la pantalla, mirando los tiempos parciales y esperando a que los resultados vayan saliendo. Oh, no. Eso no era un rallye. Los rallyes para él se vivían a pie de pista. A Frequelin le gustaba estar cerca de los coches.
Y subirse a los coches era otra parte de la aventura: iba en helicóptero a todos los tramos. Entonces el helicóptero se situaba en un lado de la pista y Frequelin saltaba del asiento del piloto lleno de cronómetros y radios, justo a tiempo para orquestar otra gran actuación de Citroën.
Fuente: wrc.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario